Catálogos de Manuscritos
Si atendemos a la etimología, un manuscrito es un documento escrito a mano. Sin embargo, su significado se precisa en el lenguaje de la archivística y la biblioteconomía para distinguir este tipo de documentos, generalmente asociado al trabajo de una persona, de los que pueden encontrarse en un archivo, generados en su mayor parte de por la actividad de una institución. Así, se define como manuscrito a un documento escrito a mano, a máquina o incluso un impreso con anotaciones manuscritas, que por su valor histórico o la relevancia de su autor merece un trato diferenciado. Encontramos en esta categoría todas los textos escritos antes de la invención de la imprenta (papiros, pergaminos, códices, reproducciones de copistas, etc.), las versiones manuscritas previas de los textos impresos o de los textos que nunca llegaron a imprimirse, así como un largo etcétera de documentos epistolares, informes, memorias, cuadernos de laboratorio, de viaje o de estudio, testamentos, documentos legales… cuya autoría o relevancia histórica los convierte en documentos únicos y valiosos. Esta condición, más próxima a la del libro que a la del documento de archivo, explica en parte que hayan sido las bibliotecas las encargadas de preservar este tipo de escritos. Así, por ejemplo, el Catálogo colectivo del patrimonio Bibliográfico Español, permite filtrar por “tipo de documento” y localizar los manuscritos conservados en la red de bibliotecas agregadas a este catálogo centralizado. La mayor parte de los catálogos de bibliotecas ofrecen esta opción.
Es una de las mayores colecciones de manuscritos existentes en España. Cuenta con un catálogo de acceso en línea, que incluye los documentos posteriores al Mss/9501 y que va incorporando progresivamente los manuscritos anteriores, registrados en los 13 volúmenes del Inventario general, iniciado en 1953 y consultable a través de las copias pdf. El fondo está siendo digitalizado y cuenta en la actualidad con un catálogo de más de veinticuatro mil documentos a texto completo.
La biblioteca británica dispone de numerosas colecciones de manuscritos, muchos de ellos digitalizados, así como de un repertorio de manuscritos, entre los cuales muchos de tema médico y científico, accesibles desde su catálogo.
El catálogo colectivo de Francia dispone de una sección especial para los manuscritos conservados en la red de bibliotecas y archivos de la República, que permite una búsqueda centralizada, limitada a este tipo de documentos.
La exposición virtual Códices de México, Memorias y Saberes ofrece una consulta interactiva a los códices de los siglos XVI al XIX, conservados en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de México. Es solo un ejemplo de los múltiples recursos creados para dar un acceso centralizado a colecciones, a menudo dispersas, de documentos manuscritos tan diferentes como las tablillas cuneiformes, papiros, manuscritos alquímicos o cuadernos de estudiantes.